Hace un rato hablaba con alguien a quien adoro del maldito temor a la confrontación, cuantas veces nos callamos cuando quisiéramos gritar, o llorar, o simplemente decir que algo de lo que está pasando no nos hace felices.
Probablemente este temor se base en el miedo a que los demás se enojen o dejen de querernos..
Por suerte la gente que nos quiere de verdad y tiene con nosotros/as un vínculo profundo pueden tolerar todo el peso de nuestras palabras, por horribles que sean a veces.
Lo que no se saca de seca adentro y eso produce mucho daño.
Hay que animarse aunque duela, nada es más poderoso que un no dicho a tiempo, que poder decirles a las personas que amamos que nos están haciendo daño con algo de lo que hacen o dicen y poder decir las cosas que necesitamos, poder pedirlas, siempre.
Bueno eso es todo por ahora, contà conmigo siempre si?
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